Principios Contables y contabilidad general

 Contabilidad proviene de la palabra contable (que puede ser contado). Pero en una definición más acotada, se entiende por contabilidad el procedimiento que refleja la actividad económica de una empresa en su día a día.

En otras palabras, la contabilidad incluye conocer entre otras cosas cuánto dinero tienes en el banco, y cuánto te debe un cliente, cuál es el valor de tus productos o cuál es el beneficio que genera tu empresa en un periodo de tiempo.

Es ocuparse de tus facturas pagadas, las impagadas, de los gastos y de otros ingresos en tu negocio.

Para qué sirve la contabilidad

Se debe tener en cuenta que existen unas normas de obligado cumplimiento para adecuar tu contabilidad con los estándares legales.

En un sentido más práctico la contabilidad te servirá para la toma de decisiones dentro de la empresa, es decir, la administración y gestión de la misma. Así conocerás la situación económica de tu negocio.

Por otro lado, desde un punto de vista externo, como emprendedor te puedes servir de la contabilidad para mostrar tus datos económicos de cara a los inversores, al banco o a Hacienda.

La importancia de la contabilidad como emprendedor

Puedes pensar que si a fin de mes te cuadran las cuentas, la contabilidad no es algo de lo que debas preocuparte en exceso.

Desafortunadamente, no es tan libre como pueda parecer. Existen unas normas fijas en cuanto a los procedimientos a la hora de registrar los la actividad económica de la empresa. Es lo que se conoce como Plan General de Contabilidad o PGC.

Deberías saber que existe la obligación de llevar una rigurosa contabilidad en tu negocio. Las sociedades mercantiles tienen que llevar la contabilidad. Esto incluye a las Sociedades Limitadas, las Sociedades Anónimas, las Sociedades Laborales y las Sociedades Cooperativas.

Sin embargo, si eres un trabajador autónomo o profesional por cuenta propia puedes llevar la contabilidad pero no estás obligado a ello. Sólo es necesario que tengas un registro permanente de ingresos, es decir, de facturas emitidas; y de gastos o facturas recibidas.

Los principios contables




Los principios contables son una serie de normas básicas de obligado cumplimiento que deben observarse en la formación de una contabilidad, para reflejar la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa.



El Plan General de Contabilidad los recoge en los siguientes términos:


1. La aplicación de los principios contables incluidos en los apartados siguientes deberá conducir a que las Cuentas Anuales, formuladas con claridad, expresen la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa.


Cuando la aplicación de los principios contables establecidos en esta norma no sea suficiente para que las cuentas anuales expresen la imagen fiel mencionada, deberán suministrarse en la memoria las explicaciones necesarias sobre los principios contables aplicados.


En aquellos casos excepcionales en los que la aplicación de un principio contable o de cualquier otra norma contable sea incompatible con la imagen fiel que deben mostrar las cuentas anuales, se considerará improcedente dicha aplicación. Todo lo cual se mencionará en la memoria, explicando su motivación e indicando su influencia sobre el patrimonio, la situación financiera y los resultados de la empresa.


2. La contabilidad de la empresa se desarrollará aplicando obligatoriamente los principios contables que se indican a continuación:


Empresa en funcionamiento. 


Se considerará, salvo prueba en contrario, que la gestión de la empresa continuará en un futuro previsible, por lo que la aplicación de los principios y criterios contables no tiene el propósito de determinar el valor del patrimonio neto a efectos de su transmisión global o parcial, ni el importe resultante en caso de liquidación.


En aquellos casos en que no resulte de aplicación este principio, en los términos que se determinen en las normas de desarrollo de este Plan General de Contabilidad, la empresa aplicará las normas de valoración que resulten más adecuadas para reflejar la imagen fiel de las operaciones tendentes a realizar el activo, cancelar las deudas y, en su caso, repartir el patrimonio neto resultante, debiendo suministrar en la memoria de las cuentas anuales toda la información significativa sobre los criterios aplicados.


Devengo. Los efectos de las transacciones o hechos económicos se registrarán cuando ocurran, imputándose al ejercicio al que las cuentas anuales se refieran, los gastos y los ingresos que afecten al mismo, con independencia de la fecha de su pago o de su cobro.


Uniformidad. Adoptado un criterio dentro de las alternativas que, en su caso, se permitan, deberá mantenerse en el tiempo y aplicarse de manera uniforme para transacciones, otros eventos y condiciones que sean similares, en tanto no se alteren los supuestos que motivaron su elección. De alterarse estos supuestos podrá modificarse el criterio adoptado en su día; en tal caso, estas circunstancias se harán constar en la memoria, indicando la incidencia cuantitativa y cualitativa de la variación sobre las cuentas anuales.


Prudencia. Se deberá ser prudente en las estimaciones y valoraciones a realizar en condiciones de incertidumbre. La prudencia no justifica que la valoración de los elementos patrimoniales no responda a la imagen fiel que deben reflejar las cuentas anuales.


Asimismo, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 38 bis del Código de Comercio, únicamente se contabilizarán los beneficios obtenidos hasta la fecha de cierre del ejercicio. Por el contrario, se deberán tener en cuenta todos los riesgos, con origen en el ejercicio o en otro anterior, tan pronto sean conocidos, incluso si sólo se conocieran entre la fecha de cierre de las cuentas anuales y la fecha en que éstas se formulen. En tales casos se dará cumplida información en la memoria, sin perjuicio de su reflejo, cuando se haya generado un pasivo y un gasto, en otros documentos integrantes de las cuentas anuales. Excepcionalmente, si los riesgos se conocieran entre la formulación y antes de la aprobación de las cuentas anuales y afectaran de forma muy significativa a la imagen fiel, las cuentas anuales deberán ser reformuladas.


Deberán tenerse en cuenta las amortizaciones y correcciones de valor por deterioro de los activos, tanto si el ejercicio se salda con beneficio como con pérdida.


No compensación. Salvo que una norma disponga de forma expresa lo contrario, no podrán compensarse las partidas del activo y del pasivo o las de gastos e ingresos, y se valorarán separadamente los elementos integrantes de las cuentas anuales.


Importancia relativa. Se admitirá la no aplicación estricta de algunos de los principios y criterios contables cuando la importancia relativa en términos cuantitativos o cualitativos de la variación que tal hecho produzca sea escasamente significativa y, en consecuencia, no altere la expresión de la imagen fiel. Las partidas o importes cuya importancia relativa sea escasamente significativa podrán aparecer agrupados con otros de similar naturaleza o función.




3. En los casos de conflicto entre principios contables, deberá prevalecer el que mejor conduzca a que las cuentas anuales expresen la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa.


Sin perjuicio de lo indicado en el párrafo precedente, el principio de prudencia tendrá carácter preferencial sobre los demás principios.


En líneas generales, puede decirse que contabilizar consiste en hacer asientos contables. Uno detrás de otro y por orden cronológico. Se trata de registrar todas las operaciones que realiza tu empresa, desde compras y gastos hasta ventas e ingresos, inversiones financieras, movimientos bancarios o liquidación de impuestos. En Quipu distinguen también lo que es la contabilidad empresarial definiéndola como la “rama de la contabilidad que permite a las empresas controlar sus ingresos y gastos, de manera que les permite tener una visión más real de su situación financiera”.

Restar importancia o desatender la contabilidad de la empresa implica, además de posibles sanciones por parte de Hacienda, la mala gestión de un negocio que, en el peor de los casos, podría conducir a la quiebra. Recuerda también que puedes consultar cuáles son tus obligaciones en el Plan General de Contabilidad (PGC) donde se recoge la normativa que se aplica en nuestro país. A través de él se fijan los procedimientos que deben seguirse en el registro de la actividad económica empresarial anual, tanto a nivel nacional como internacional. Si te interesa, puedes consultar su contenido en este enlace


bibliografias:

https://debitoor.es/guia-pequenas-empresas/contabilidad/contabilidad-para-emprendedores

https://www.gabilos.com/cursos/curso_de_contabilidad/1_principios_contables.html#:~:text=Los%20principios%20contables%20son%20una,los%20resultados%20de%20la%20empresa.

https://www.emprendedores.es/crear-una-empresa/pasos-sencillos-para-llevar-contabilidad-emprendedores/


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